Parece simple, ¿verdad? Pero, ¿Qué pasaría si supiesen que
todas las fechas por las que nos guiamos y creemos tan exactas están mal? Por difícil
que parezca, quizás todos estamos muy equivocados y este, posiblemente, no sea
ni siquiera el año 2018. Suena terrorífico y confuso cuando han existido más de
50 calendarios históricos reconocidos.
Ahora vivimos en un mundo globalizado, con otras culturas y
personas interconectadas. En estos tiempos de economía mundial, de crisis que
repercuten de un lado a otro de la Tierra y eventos deportivos y culturales que
podemos ver en cualquier lugar, parece imposible imaginar que vivamos en años
distintos.
En el pasado, cada civilización, cada cultura, tenía su
calendario específico con datos, hechos e historias propias. Era todo un lío y
por esa razón es difícil establecer un punto de referencia común para todos.
No estamos en el
2018, sino en el siglo XVIII.
Dos alemanes, los historiadores Heribert Illig y Hans-Ulrich
Niemitz, dicen que en realidad vivimos en el año 1720. Eso significaría que nos
han sumado a nuestra época tres siglos aproximadamente. ¿Asombroso, verdad?.
Defienden que entre los siglos VIII y XI no pasó nada. Se trata de una época
muy oscura de la historia de la que no tenemos mucha información. Así que los
documentos datados de ese periodo podrían ser casi todos falsos e
intrascendentes. Lo llaman “tiempo fantasma”.
Todo se debería a una conspiración entre el emperador del
Sacro Imperio Romano-Germánico, Oton I y el papa Silvestre II (papa del 999 al
1003 D.C.) que decidieron alterar las fechas para justificar el acceso al poder
europeo de entonces. Dentro de la Iglesia se comentaba que en el año 1000 D.C.
volvería el Mesías y tras ser elegido papa hizo modificar el calendario para
adelantar el posible evento. ¿Cómo podía justificarse una mentira de tal
tamaño? Hoy quizás resultaría imposible, pero recordemos que se trataba de una
época donde predominaba la fe sobre la razón y además donde casi nadie sabía
leer o escribir.
Los que no están en
el 2018
En la actualidad responder a la simple pregunta de “¿en qué
año estamos?” sigue siendo complicado. En la gran mayoría de países y el mundo
occidental nos regimos por el calendario gregoriano que data del siglo XIII, en
el que realmente el primer día del año sería el 14 de enero, toda una
complicación…
-En Tailandia se está viviendo actualmente en el año 2561, ya
que se rigen por el calendario lunar budista.
-En Etiopía hoy sería el año 2011. En ese atípico calendario
los días no comienzan a medianoche, sino con la salida del sol.
-Israel usa el calendario gregoriano a la par que el hebreo.
Siguiendo lo que señala este último, estamos ahora en el año 5778, dicho sea de
paso coincidiría con las teorías del tiempo fantasma de Heribert Illig y
Hans-Ulrich Niemitz.
-En Pakistán, en el que se rigen en el calendario musulmán,
viven hoy en el año 1439.
-En Irán muy similar al anterior pero con sus propios cambios
y sistema de medir y contar el paso de los días, meses y años en el día de hoy
es el 1396.
-En Japón los más tradicionales calculan el año por los años
de gobierno de los emperadores. En la actualidad el emperador es Akihito que
lidera su año 30, por lo que entonces los japoneses viven en su año 30 de su
gobernación.
-El calendario chino que rige también Mongolia, Vietnam y
Camboya se basa en los ciclos astronómicos del planeta Júpiter. Además de que
empezaron a contar el tiempo antes que nosotros para estos el año actual 2018 es
el 4716.
¿Curioso verdad? y sobre todo muy confuso. El ser humano y
las diferentes civilizaciones aún habiendo constancia y evidencias de que las
primeras culturas aparecieron hace más de 14.000 años, lo cierto y la verdad es
que nadie sabemos realmente en que año estamos, ese es el gran misterio.